Estreno de película

Aunque no va más los martes, día de damas; los miércoles, día del caballero; los jueves películas de acción y mucho menos las matinée del domingo, esas que arrancaban a las 13 30 hs y terminaban pasada la medianoche, y que los adictos o cinéfilos conocidos del pueblo se sacaban las ganas viendo las tres funciones de ¡tres pelis! en  cualquiera de los tres cines del pueblo. Impresionante!! Tres salas, tres funciones, nueve películas en un mismo día. De cowboy, de guerra, románticas, espadachines, policiales, en blanco y negro, en color y  en muy usadas, jaja, y todas ellas de pura actuación. Si hasta en las más banales había que pensar un poco. No va más, pero igual hay estreno de película como este que intentaré describir.
A veces… uno puede, en un Festival de Estrella o  Star Party ver con un telescopio de alto nivel y entonces uno se pregunta como hacer para tener uno de esos y entra a averiguar, a comparar y sin darse cuenta se va haciendo la cabeza o la película como es este caso.

Y si un día, abrís una caja y la cosa que vino adentro te pertenece y es el protagonista de tu guión… te darás cuenta que  sólo falta que venga un director y arrancamos con la film. Pero nada de eso va a pasar, si los cines ya no son cines por aquí, son… digamos… otra cosa.
Te cuento que hacerse de un telescopio es fácil hoy día si dispones del dinero para adquirirlo, pero hay que pensar detenidamente para qué lo vamos a usar y dónde. En este caso, en mí caso, el tele va a andar viajando de un lado a otro sólo para hacer observaciones. Solamente es para meter ojo y punto.

Resuelto esto, pasamos al siguiente tema que es... ta ta tannn... cuando podemos o queremos invertir. Acá no es gastar, estamos?, acá se trata de invertir en una herramienta que si la tratamos bien, nos acompañará de por vida, es más, podemos incorporarla al testamento porque va a seguir funcionando por siempre. En las tres casas del ramo (importadores de Argentina que conozco) hay para elegir por pesos, por kilo, colores, prestaciones, tipos de ópticas y varios ítems más. Luego de pensar y pensar,  de gastar calculadora pasando de dólares a pesos y ya que está a euros y vuelta a empezar porque  cambiar de opinión es una constante cuando ves tantos modelos y marcas que andan dando vueltas.
Con el valor $ decidido a invertir,  sólo resta pedir el caño  más grande que pudiera cargar y que pudiera llevarse en cualquier auto. Como es para observar, me negaba a pagar el disparate que cobran cualquier montura motorizada, y visto lo que sale un tele con o sin montura dobson, decidí que la montura la haría por 50 dólares máximo (tomando el dólar bajoneado de Argentina). Creo que buscaba una pichincha, no? Una ganga, que solo brindara satisfacciones; que diera placer al  observar las maravillosas noches estrelladas que pasan todo el tiempo sobre mi cabeza. Y mirá que pasan cosas, eh? Pasa la mismísima Vía Láctea con Scorpio y Sagitario en invierno y la Bolsa de Carbón en verano y Omega Centauri y la Tarántula y siguen maravillas... maravillas y más maravillas.
Elegí un Newton, para no extrañar tanto al casero que me acompañó por siempre y que últimamente no dejaba de encontrarme cosas nuevas cada vez que se instalaba en el medio de la noche, ya sea en el campo o en el interior de la manzana ciudadana, siempre haciéndome jugar al descubridor estelar. Elegí un OTA (optical tube telescope), un telescopio sin pata que lo sostenga y que no sirve para nada si no comprás o le hacés una montura que se la aguante. El tubo en cuestión es un SkyWatcher con un espejo 250 mm. de diámetro y 1200 mm de distancia focal.  Un F5 con un caño de 29cm y 112cm de largo.

 Al momento del estreno  el valor $$$ dejó de tener sentido. Con andar suave de la montura casera apunte al bulto a Mimosa en la Cruz del Sur. Al poner el ojo, en el centro del campo desenfocado había una mancha incoherente. Por primera vez hice foco con el enfocador tipo Cryford de doble velocidad ¡que precisión, por favor! Una maravilla! No era Mimosa. El tele estaba viendo su primera luz en el Joyero. Como propaganda berreta de tv la frase “satisfacción garantizada” reventó en el alma de dos pichis que le gusta mirar para arriba. Despegue a Marce del ocular y con Jewel Box de blanco, con facilidad y precisión alineé el buscador 10x50. Casi tentado de quedarnos con algunas de las resplandecientes gemas, moví a Mimosa para comprobar correcta alineación. Mas propaganda berreta, Dy Crucis asalto nuestros ojos con su color puro rubí. A pesar que la montura me quedo un poquitín alta no fue impedimento para que Marce se abrazara al tele subida a una silla para recorrerse los cúmulos abiertos de la zona. No sabía si sentarme como espectador o como en una de acción, pegarle un castañazo para que me deje buscar a mí y ser el malo que no soy.
Al regresar con más ropa para combatir el fresco de la noche, algo por lo inusitado, me sorprendió gratamente; por primera vez, Marce se dignó a buscar algo más que cúmulos abiertos. Literalmente el telescopio desarmó cuanta bola de estrella viera. Las esferas se convertían en infinitos puntos luminosos, revelando variaciones de densidad en el conjunto que nunca antes habíamos apreciado.
Cuando el asombro mutuo parecía  menguar, Saturno se asomó por arriba de la medianera. Antes de enfocar, como si rondara el  gol, llegó un rumor ficticio tribunero. Rumor que estallo en algarabía como golazo del chaira por el Argentino B cuando Saturno nos miró a nosotros directo acá, al alma. ¡Que barbaridad¡ ¡Que emoción! ¡Que festejo! ¡Que Estreno de Película!
Chin chin, Salud!!!

Nota: Aunque parezca desmedido, ya que a esta peli la vieron dos espectadores, ya se anuncian infinidades se secuelas