Patio trasero.

Era común que cualquier persona viviera en una casa con patio. El patio es ese lugar (o era) donde se contaba con un gallinero, plantas frutales, la casucha del perro y lo que se le ocurra a uno meter allí.
Hoy la vida moderna esta dejando el patio de lado a cambio de los patios comunales, léase parques, convenientemente iluminados por las noches para evitar robos y otras cositas, pero que no sirven para otra utilidad que sí presta o prestaba el patio tradicional: el de tener a la mano el mismísimo cielo nocturno.

Este sábado, desde un modesto patio que no posee todo lo que un verdadero patio debe tener, pero que sí brinda una buena vista a la noche, nos permitió hacerles unos tiritos a estrellas y otros tipos de objetos que abundan en este hemisferio sur, a pesar de la contaminación lumínica (el municipio insiste en poner más luminarias).
Comenzamos la actividad nocturna saliendo a cenar afuera y como el cielo se mostraba mucho más negro de lo habitual decidimos instalar el binocular para prolongar el disfrute de la noche.
Instalar el bino significa armar el trípode y luego agregarle el paralelogramo, un sistema de probada eficacia que nos
permite buscar zonas del cielo con suma comodidad no importando qué estatura tenga cada observador. El
sistema óptico baja y sube en altura sin perder el objeto enfocado haciendo fácil compartir los binoculares entre los participantes. Desde noviembre que el bino no mostraba nada. Y como siempre, cada vez que muestra algo, no deja de sorprender.

Lo siguiente es una serie de cúmulos abiertos encontrados en la constelación de Centauro que por lo general no intentamos ver por ser pequeños y poco atrayentes, pero que se destacaron bien por la muy buena condición atmosférica. Por lo general, esto no es así en la ciudad.
Comenzamos centrando los 20x80 en la estrella Beta Centauro, luego dejando ésta en el borde del campo abajo a la izquierda, apareció arriba a la derecha NGC 5316, de magnitud visual 6. Sin densificación central pero destacable sobre el fondo estelar (III), está compuesto por estrellas que van de mg 9 a 11.6; por su escasa cantidad de estrellas esta catalogado como pobre (P)
Visible en el mismo campo se ve (en noche ideal como es el caso) NGC 5281 de magnitud 5.9. Se destaca en el fondo oscuro junto a SAO 252442 mg 6.8. Se muestra denso, muy destacable sobre el fondo. Lo hace interesante un par de estrellas rojas de mag. 10 y 11 que le da un toque de color al conjunto. Este toque de color fue suficiente motivo para incorporar el telescopio, que rápidamente nos revelo con un mayor acercamiento los diversos colores del conjunto, ya que además de las rojas también contiene azules y amarillas pálidas.
Cuando estábamos en esto se agregó otra contaminación, esta vez sonora (el municipio cree que es correcto vulnerar sus propias reglamentaciones sobre ruidos molestos gritando a los cuatro vientos que el corso es lo más). Como dicen por allá arriba en otro idioma, “una persona, un voto”... pues, que acá abajo estos gritones no cuenten con el mío. En fin, radio con música a bajo volumen como para engañar oídos. Y “olvidarse” de los desubicados.

Por un momento me salí de los abiertos y me fui en busca de Dy Crucis, esa estrella de carbono que curiosamente no figura en las cartas impresas ni en software como algo destacado, siendo que es una estrella muy estudiada por los amantes de estrellas variables, tal es así que recurrí a Internet a buscar datos precisos tanto para ubicarla en el cielo como para enterarme un poco más de sus características. Los encontré revolviendo entre los archivos de Sebastián Otero, que tiene mucho de sus propios datos online. Si quieren saber de Sebastián, y de Dy Crucis escriban su nombre completo en el buscador de este blog y listo.
Se necesita más que un binocular de 20 aumentos para ver esta particular estrella roja junto a Mimosa o Beta Crucis por eso usamos el tele, que con 37 aumentos la mostró como un punto bordó. Duplicando y triplicando los aumentos sigue revelando el mismo tono y a la vez dando una idea más acabada de que es una estrella que merece figurar entre las destacadas en cualquier carta celeste ya que se ve muy distinta, muy particular, comparando con otras estrellas rojas conocidas.

Volviendo a cúmulos abiertos… ah no!, antes pasamos a ver con ambos sistemas ópticos el cúmulo globular 5286 mg 7.4, fácil de hallar porque se encuentra junto a SAO 241157 mg 4.7, estrella visible a simple vista con un cielo limpio como nos tocó en suerte. El cúmulo es medianamente concentrado mostrando una zona central más brillante que lo hace destacar sobre el negro de la zona.
Bueno… ahora sí, seguimos con los intrascendentes cúmulos abiertos que encontramos esta noche. Entre Alfa y Beta Centauro en las cartas figuran 2 NGC, un Tr y Lynga 2.
El primero, el más cercano a Alfa es Tr 22, un clase II (Carente de densificación centrar, resaltando sobre el fondo estelar), clase 2 (con estrellas que tienen una moderada variación de brillo) y P (pobre, menos de 50 estrellas); es esto último la razón por la que a todos estos abiertos no se los vea con facilidad a bajos aumentos aunque sus magnitudes visuales a priori indican otra cosa.
Un nada más lejos de Alfa aparece NGC 5617, el mas destacado sobre el fondo. Como una mancha difusa al principio, va revelando estrellas (entre 50 y 100) a medida que se incrementan los aumentos. Su mg. visual es 6.3.
Lynga 2 es… un fracaso. El cúmulo es ralo, muy diversificado, pobre, aunque algunas de sus estrellas se destacan fácilmente del fondo estelar porque forman una especie de línea que no da para imaginarse ningún tipo de asterismo.
Por último, NGC 5606, el más pequeño en tamaño aparente, 3’, concentrado, separado del fondo estelar pero que al igual que los anteriores menos de 50 estrellas.

Eso fue todo para un par de aficionados que esta noche de sábado, desde el patio trasero, se dieron el gusto de hacer algo interesante y gratis!!  Ver el cielo, contemplarlo, admirarlo y de paso aprender un poco de quién es quién allá arriba, mientras acá abajo ya terminó el corso de la gente, que parece que es gratis, pero que no lo es.

1 comments:

sagitarioblues said...

Sergio, qué buen relato, amigo mío. Ten la seguridad de que esta noche seguiré tus pasos astronómicos. Esa delicada senda en la opuesta nieve del cielo será pisoteada por mis ojazos, tras Lumbre pura.
Todos esos nombres, esos datos, me los prestas?? me gustaría incluírlos en las nuevas guías.
Un abrazo inmenso, amigo mío.
sergio del sur de santafe