Por lo general, salgo al patio. Miro para arriba. Si veo las estrellas gordas sin fruncir los ojos me digo “está para mirar” y ahí nomás saco la montura y monto el telescopio. Decir montar en este caso es casi perfecto. Es cuestión de revolear cuidadosamente el tele y calzarlo a caballito de lo que algunos amigos le dicen “montura Dobson” y yo pienso “torre de madera mal terminada”.
Luego, mientras las ópticas toman temperatura ambiente, voy por la bolsa de abrigo. Aún es una bolsa que quedó de vaya a saber qué compra, donde tengo todo lo necesario que pueda necesitar para combatir el frío. Pulóver, guantes, pasa montaña, orejeras, gorro, y pantalón de algodón que pueda poner por encima o por debajo según como surja la cosa. A varios de los ítems de la lista hay que agregarle unas s… es que casi todo está por duplicado. No vaya a ser que me agarre en el medio del campo una helada flor y pase frío por ser poco pluralista.
Este lunes “patriótico” de junio, me asomé, ví la Cruz del Sur sin pestañear, perooo, la humedad ambiente me atrapó sin miramientos en la verde gramilla. Embarré en un par de pasos las suelas de mis zapatos. Con las últimas lluvias, la pista de avistaje personal quedó imposible para intentar instalar la montura del tele. Dos cosas surgieron en mi mente. La primera fue: O saco el pasto o me hago de una cobertura plástica para poner en el piso al momento de observar. La segunda: Tengo que barnizar las tablas de la montura para protegerla de la humedad.
Sabía que no estaba para mirar, pero, decidí hacer una prueba. Dejé el buscador a la intemperie poco más de media hora. Luego, le saqué las tapas de protección y largué el cronómetro. Tardó 13 minutos en empañarse. Suficiente. Para qué renegar… para qué estar incómodo, cuando acá se trata de un hobby placentero. Así que “A dentro que hace frío” y a esperar al invierno.
Sin querer, me encontré haciendo un repaso de los intentos de salir a observar fallidos.
La última vez que salí a observar fue con Gerardo. Él llevó su Hokenn 130/650 y yo el SKY 250/1500. Recuerdo que charlamos más de lo que observamos. Hace un mes de esa salida. Un mes. Increíble!
Recuerdo que en algún momento se cansó de buscar y pasó a “quiero mirar en el tuyo para ver que tele me compro”. En ese momento comprendí que mi idea de buscar cosas nuevas, en mi tele nuevo, con mi carta nueva (bajé la Taki´s de Internet por esos días) capotó, murió, caducó. Y bueno… miremos dije… ¿Qué miramos? agregué. Y claro, para comparar lo mejor es ver lo de siempre. Lo de siempre fue Saturno, Laguna, M83, Eta Carina y etc… No me quejo, pero… bueno sí que me quejo. Me quejo ahora, luego de un mes sin ver un pomo.
Llevo un mes de intentos de observación sin éxitos. Cuando la noche pintaba, había luna llena. Cuando no había luna llena, estaba nublado. Cuando no estaba nublado, aparecía Neblina… Cuando la luna llena no iba molestar por estar eclipsada, llovío… y el resto de las noches, como tooodos sabemos, los vecinos de acá cerca, agitaron fuerte la fogata y nos taparon con cenizas!!
Mientras, los días y las noches pasan sin meter ojo, sin ver cielo, van apareciendo ideas de cómo mejorar la montura o algún comentario de un amigo pidiendo que escriba algo, o lo más grosso, que me enteré anoche por boca del mismísimo Gerardo. El tipo no va a comprar nada el telescopio que pensaba luego de aquella noche de observación. No. Va a comprar algo que no tiene nada que ver con telescopio y oculares, ni con astronomía. Nada que ver: Se va a comprar una Fender modelo “no se cuanto”. Tomá mate. De pronto, releyendo esto me doy cuenta en este mismo instante que no me quiero matar, pero sí que estoy listo, para salir con mi OTA en su torre de madera hasta con paraguas con tal de encontrar si o si una bendita estrella.
Ahora, en este instante, como tantos días, esta despejado. Veremos esta noche si vemos o no vemos.
Nos "vemos", Chau
Nota: La foto no es una revancha. ja! aunque parece.
3 comments:
cOMO SIEMPRE SERGIO ME DELEITO CON TUS RELATOS, YA IRE CUANDO PASE UN POCO EL FRIO. CARIÑOS A TODOS
Sergito querido, pasa eso, y algunos se lo hacemos pasar a otros. Cuando fui a SR los vagos hubieron de mostrarme todo aquello que tan bien conocen. Pero tanto ellos como vos, estoy seguro, hicieron de ello un momento especial.
Ignoro que sea una fender, pero se lo que se pierde. Un abrazo enorme y cariños a los demás.
pd, me voy a armar mi propio bolso de frio.
sergio
Olga: Te estamos esperando.
Sergio. Una Fender es al parecer una guitarra eléctrica y él también sabe lo que se pierde, pero todo no se puede.
Olga... Sergio... muchas gracias a ambos por comentar.
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